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Transformación Consciente

“La transformación la podemos lograr, buscando en el exterior desde el sufrimiento o desde el interior a través del reconocimiento consciente”.

Si me reflejo en mí mismo para encontrar el camino de regreso a casa, no vuelco en los demás mis frustraciones, no les hago responsables de mis fracasos. Está en mí y no en los otros encontrar mi camino. Nadie puede apartar de mí lo que por derecho me pertenece, solamente yo puedo alejar de mí aquello que deseo y anhelo.

Busco, y encuentro, en mi vida a aquellas personas que me permiten realizar mi Plan de Vida de una forma lo más tranquila posible o aquellas que me lo dificultan. Lo elijo yo y nadie más, lo atraigo yo, dependiendo de si soy lo suficientemente valiente como para vivir mi vida de una forma diferente a como han tratado de hacerme creer que es la forma apropiada, o queriendo vivir a la forma en la que siento es mi manera, no la de los demás. Esto nunca podrá ir en contra de nadie, no hará daño a nadie, si escucho a mi corazón, que es donde anida mi verdadera esencia.

Nos desconectaron de nuestro corazón para que careciésemos del verdadero vínculo de unión con la Energía de Creación Universal Consciente, que no es otra cosa que poder crear un mundo de realización plena para todos los habitantes del Universo, no solo de la Tierra.

Dentro de nuestro libre albedrío, cada planeta, cada dimensión, decidió cómo vivir sus experiencias, dando lugar a zonas donde la mayor expresión es el amor, el disfrute de la energía del amor, la comprensión, la aceptación y la convivencia desde el absoluto respeto a cada una de las esencias.

Existen otros planos donde solo existe el desamor, vivir desde y para el sufrimiento de los demás, donde habitan las más bajas pasiones. Nos enfrentamos a dos mundos completamente opuestos. Existe, y es así, para que cada uno experimente aquello que desee y elija dónde se quiere situar.

En la Tierra, es donde se están produciendo los dos fenómenos a la vez, quizás cruel puesto que quien quiere vivir desde el amor, no encuentra el espacio libre del sufrimiento que provoca vivir desde el otro lado de la balanza.

A pesar de que nos hayan explicado ampliamente que cada uno elige sus experiencias, no podemos llegar a comprender cómo hay personas que eligen experiencias de dolor y sufrimiento sobrevenido, sobre todo, cuando es de manos de otras “personas”. Aun siendo elegido en un plano inconsciente, sentimos que podría ser de otra manera, y así es, podría ser perfectamente de otra manera.

Solo si nos hacemos conscientes de todo lo que albergamos en nuestro interior, dolores pasados que pueden ser liberados desde la comprensión, el cariño y el amor, podemos ver de una forma clara cómo salir de este patrón dual.

Si enseñamos desde pequeños a nuestros hijos a encontrarse en su interior en vez de como reflejo en el exterior, ayudaremos a crear un mundo libre desde el respeto y el amor. Si ni siquiera somos capaces de respetar a nuestros hijos en su individualidad, cómo pretendemos crear un mundo de respeto, donde nadie vea perjuicio en la forma de vivir del otro.

Estamos en el momento de decidir si queremos escindir definitivamente esta forma de vida dual. No es necesaria la oscuridad para vivir la luz, de hecho los Seres de Luz, no viven enfrentados a su oscuridad, no está, han logrado transcenderla. No hay que vivir desde el frío o desde el calor, hay lugares en la Tierra intermedios, quien vive en un clima intermedio no siente la necesidad de decidir si quiere frio o calor. Quien vive en un clima frío, la mayoría, no necesita ir a uno caluroso, vive bien donde vive y no se plantea siquiera elegir, no tiene ni porqué conocer el calor extremo. ¿Quién dice entonces que es necesaria la dualidad? ¿Por qué tengo que experimentar una enfermedad para agradecer la buena salud? ¿Cuántas personas viven su vida de una forma completamente saludable hasta el final de sus días? Muchas ¿han tenido necesariamente que experimentar una enfermedad para agradecer su buena salud? No, entonces ¿por qué nos tenemos que empeñar en autoengañarnos con el típico consuelo que sin oscuridad no hay luz, que sin sufrimiento no hay gratitud, que tenemos que experimentar lo malo para agradecer lo bueno? ¿Qué es malo o bueno? Para unas personas unas cosas son malas, mientras que para otros esas mismas cosas son buenas…

Ojalá podamos enseñar a nuestros hijos una verdad libre de condicionamientos, libre de falsas creencias, ya sean sociales, políticas, religiosas o espirituales. Enseñémosles la libertad de ser ellos mismos, que aprendan a decidir qué valores serán los fundamentales para ellos y solo mostrarles las diferentes opciones para que puedan elegir de una forma consciente, pero ¿cómo lo lograríamos si nosotros no hemos recorrido el camino de la decisión conscientemente libre? Solo podremos mostrarles aquello que nosotros hayamos experimentado, solo vale el ejemplo de lo vivido, no puedo transmitir nada que antes no haya experimentado, entonces ¿por qué empeñarnos en transmitirles sufrimiento y sumisión? Experimentemos la libertad de decidir plena y conscientemente para poder aportar a nuestros hijos la libertad de vivir plena y conscientemente.